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Todas las cosas en el Universo, incluido el cuerpo humano, se encuentran en un continuo estado de vibración. Cada objeto o ser vivo tiene su propia frecuencia vital, única y armónica y los más pequeños cambios de frecuencia pueden afectar incluso a los órganos internos. 
 
 En muchas ocasiones debido a problemas psicológicos o emocionales, se producen desequilibrios puntuales que cuando no se solucionan y se hacen crónicos, crean un círculo vicioso que produce depresiones, estrés, cansancio incluso afecciones físicas de mayor o menor gravedad. 
 
 Estos desequilibrios se pueden restablecer con un trabajo interior de maduración y crecimiento que puede ser apoyado y estimulado por diferentes tipos de terapias alternativas, siendo de las más eficaces, las de sonido y vibración que producen instrumentos especiales como, los Cuencos y Campanas Tibetanos, Armonizadores, Diapasones, Didgeridoos y especialmente los Cuencos de Cuarzo.
Sesiones grupales e individuales.